Mis documentos / Georg Büchner

26Nov10

Es difícil meterse en Lenz, de Georg Büchner. Se trata de un texto breve, y sin embargo, las primeras páginas reclaman de nosotros cierto esfuerzo para establecer ese pacto de lectura con el que solemos dejarnos seducir por un libro. Se leen algunas páginas, se lo deja. Se retoman algunas líneas, siempre con ganas, y se lo vuelve a dejar. Pero es raro: nunca se lo posterga de manera definitiva. Por más que entre toma y retoma pasen meses. Incluso años. Tal vez, sería mejor decir que es Lenz quien no nos suelta del todo. Lo sentimos ahí, expectante, esperándonos: dándonos nuestro tiempo. Tiempo al tiempo. Se lo ve como al pasar (nos mira), como seguro de que tarde o temprano vamos a caer. Desde el estante de la biblioteca, desde la pila de libros a leer, desde las lecturas en deuda, nos espera. Tranquilo. Nos ve venir. Nos distraemos cerca de Lenz: que Büchner murió de tifus, solo y olvidado a los 27; que Kafka lo admiraba; que Goethe había prohibido que a Lenz se lo nombrara delante de él (al verdadero, al poeta Jakob Michael Reinhold Lenz, que nació en 1751 y murió en 1792); que para la historia de la psiquiatría es la primera descripción pormenorizada de la esquizofrenia; que es un texto precursor y programático del Expresionismo, además de uno de los esenciales de la literatura del siglo XIX. Que y que, hasta que el día llega (y como todo día que llega suele ser el menos esperado). “Bajo él el doblar de su pie resonaba, y parecía un trueno, tuvo que sentarse; lo sobrecogió una angustia sin nombre en esta nada, estaba en el vacío, se levantó y voló pendiente abajo. Se había hecho oscuro, el cielo y la tierra se fundían en uno solo”. Y entonces seguimos. Hacemos vínculos caprichosos: sí, Bartleby; también algunos personajes de Becket, sí. Y seguimos: “todo en tinieblas, nada, él era el sueño de sí mismo. Hacia la tarde le acometía una angustia singular, hubiera querido ir detrás del sol. No sentía odio ni amor ni esperanza, un vacío tremendo y sin embargo un torturante desasosiego por llenarlo”. Y vamos por más, casi sin darnos cuenta de que no podemos parar. Y es que ya es tarde: Lenz nos está leyendo.

Mariano Valerio

PUBLICADO EN JULIO DE 2008.



1 Responses to “Mis documentos / Georg Büchner”

  1. 1 Martín

    Una reseña desperdiciada. Encuentra todos los rodeos y lugares comunes posibles para no hablar del contenido concreto del libro, ni emitir un mínimo juicio crítico. Parece que la novela no le gusto y ya es tarde: los muchachos de la editorial nos están leyendo!


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